12/2/08

Toma de Decisiones: El Cuento del Águila


Normalmente todos los días tenemos que analizar situaciones que llevan a tomar decisiones. La calidad de estas decisiones tomadas por nosotros mismos así como por los demás integrantes de la organización marca, en general, el éxito o el fracaso de la misma.

Dada su importancia, podríamos pensar que todas las personas tienen en claro cómo decidir y están suficientemente entrenadas para su implantación.


Sin embargo no es así, la experiencia nos muestra que a menudo debemos replantear
aspectos que tienen que ver con nuestra propia personalidad.
Para ser eficaces en todo el proceso, debemos tener al menos confianza en nosotros mismos, así como también iniciativa, determinación y compromiso.

Los invito a observar las características señaladas en el cuento llamado “La renovación del águila”:

El águila es el ave de mayor longevidad de la especie.
Llega a vivir 70 años, pero, para llegar a esa edad, a los 40, deberá tomar una seria decisión.
A los 40 años, sus uñas están apretadas y flexibles, sin conseguir tomar las presas de las cuales se alimenta.
Su pico, largo y puntiagudo se curva, apuntando contra su pecho.
Sus alas están envejecidas y pesadas y sus plumas, gruesas.
Volar se hace tan difícil!!!!
Entonces el águila tiene solamente dos alternativas: morir o enfrentar un doloroso proceso de renovación, que dura 150 días.
Este proceso consiste en volar a lo alto de una montaña y quedarse allí en un nido cercano a un paredón, en donde no tenga necesidad de volar.
Después de encontrar ese lugar, el águila comienza a golpear su pico en la pared, hasta conseguir arrancárselo.
Después de arrancarlo, debe esperar el crecimiento de uno nuevo, con el que desprenderá una a una sus uñas.
Cuando las nuevas uñas comienzan a nacer, empezará a desprender, sus plumas viejas.
Después de cinco meses, sale para el famoso vuelo de renovación y para vivir 30 años más...............

Vemos que por más difícil que parezca la implantación de una decisión tanto en nuestra vida personal como laboral, podemos ser eficaces como el águila si desarrollamos al menos estas competencias esenciales.


Hasta pronto
María José

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